Señor presidente… ¿Cuando dejarás que me queje?

El presidente de la república, Alan García, volvió a generar otro escándalo. Ya no se trata de un hijo no reconocido, ni del recordado puntapié que le propinó a un humilde comerciante. Ahora el mandatario ensaya una nueva modalidad de castigo a quien ose cantarle sus verdades. Hace unos días protagonizó un episodio de telenovela, al asestarle una bofetada a un joven que lo llamó corrupto. Al parecer, el doctor García, no sabe sobre la existencia de la libertad de expresión.
¿Cómo es posible que un mandatario que dice creer en la democracia y en la libertad de expresión, reprima la opinión de un muchacho de tal forma? ¿Es que acaso quiere seguir el ejemplo de mandatarios dictadores como Hugo Chávez o tal vez como Evo Morales? ¿Es que ahora se tiene que pedir permiso para expresarnos?
Si tanto le ardió al señor presidente, y a su parecer no es cierto, entonces debe de demostrarnos a todos los peruanos que creemos que es un corrupto, que estamos equivocados. Que más bofetada que esa. Si quiere defender su “honor” hágalo con papeles y hechos concretos por favor.
Señor presidente le pido encarecidamente que cuando tenga sus achaques o arranques de niño malcriado, hable o actúe asumiendo las consecuencias de sus actos, así como lo hizo el joven que lo llamó corrupto. No se esconda bajo su seguridad, pues si quiere pelear a mano limpia, hágalo, pero no sea un cobarde, que luego de hacer lo que hizo, se fue correr para acobijarse bajo el manto protector de su seguridad.